El proceso de calvicie o Alopecia puede llevar no ya años sino décadas. No todo el mundo sabe que el 80% de la población masculina del mundo sufre algún grado de calvicie o Alopecia Androgenética como se conoce en Dermatología. La Alopecia Androgenética es un proceso hormonal y genético donde hace falta la predisposición genética a la reducción del pelo ante la acción de una hormona: la DIHIDROTESTOSTERONA. No es el stress o la falta de vitaminas lo que provoca la caída de pelo sino esta predisposición genética.
Como no podemos cambiar la genética (de momento), la única estrategia a seguir es la de reducir la síntesis de esta hormona llamada DIHIDROTESTOSTERONA (DHT) a partir de su precursor la TESTOSTERONA.
La DHT es necesaria en la vida embrionaria e infancia para el desarrollo de los caracteres sexuales primarios, pero no tiene una función imprescindible en la edad adulta. De hecho, se la relaciona con un aumento en el cáncer de próstata, el infarto de corazón, elevada tensión arterial, obesidad o síndrome metabólico.
Los inhibidores de la conversión de TESTOSTERONA en DHT como son el FINASTERIDE, el DUTASTERIDE o el SAW PALMETTO (un extracto de la palmera brasileña que se toma para reducir los problemas de próstata), pueden ser útiles en el tratamiento de la calvicie. Todos ellos se pueden dar por vía oral, aplicar localmente o incluso inyectar.
La ventaja de inyectar estriba en que se consiguen altas dosis allá donde están los folículos del pelo y solo actúa a nivel de la piel del cuero cabelludo. Las desventajas están en que es algo molesto y tenemos que visitar a nuestro médico. Los beneficios, no obstante, superan con mucho a los riesgos.
Lo que la gente no se imagina es que en un estudio realizado hace casi 20 años en un grupo de 18.800 hombres de 57 años y mayores durante 7 años donde una mitad tomaban 5 mg de FINASTERIDE y la otra mitad placebo, encontraron que los que tomaban FINASTERIDE tenían un 25% menor incidencia de cáncer de próstata. Lo que tanto atemoriza a muchos hombres les podría salvar la vida