Un buen tratamiento en clínica debe ir siempre acompañado de un tratamiento domiciliario.
El tratamiento de Rosácea se divide en unos buenos hábitos de limpieza facial y una rutina de tratamiento:
– Limpieza facial: proponemos utilizar por la mañana y por la noche un limpiador para pieles sensibles y reactivas que no agreda ni deshidrate la piel. Seguidamente se aplica un tónico que ayude a regular la secreción sebácea de la piel y calme y devuelva el confort a la piel después de la limpieza.
– Rutina de tratamiento: la rutina de tratamiento empieza por utilizar una crema hidratante por la mañana y por la noche que mantengan y protejan los niveles de hidratación, que se pueden ver afectados cuando realizamos un tratamiento para la Rosácea. Podemos complementarlo con una mascarilla hidratante o calmante una vez a la semana.
Por la mañana utilizar también un filtro de protección solar que proteja del Sol y cree una barrera de protección antioxidante. La rosácea se puede ver afectada por agentes externos como el sol, las bacterias, el polvo y la contaminación.
Por la noche añadiremos un Sérum que hidrate la piel en profundidad, calme la piel, con componentes como la Rutina y la nutra con componentes como la vitamina B3. Se aplica inmediatamente después de la limpieza facial y antes de la crema hidratante.